1) Llamar a emergencias
Lo primero es llamar al servicio de emergencias
sanitarias para solicitar ayuda, explicando los síntomas del paciente y
respondiendo a las preguntas que nos hagan. En este teléfono preguntarán
ciertos datos de identificación, como el
teléfono desde el que se llama, la dirección donde se encuentra el paciente, el
nombre y la edad del mismo, etc.
La dirección es el aspecto más importante que
precisan los servicios de emergencia, por lo que debe ser precisa y, en caso de
no estar en un domicilio, dar los datos necesarios para la localización de la
persona, incluyendo lugares próximos, edificios singulares, etc.
“Nos preguntaran qué es lo que sucede y, en
algunos casos, nos pasarán con personal sanitario para que le expliquemos qué
ocurre, los síntomas, antecedentes, etc. No pasa nada si no sabemos todos los
datos. Lo más importante es explicar lo que vemos
y seguir sus instrucciones”.
Aunque parezca que se entretienen, “la
ayuda ya está de camino, y lo que hacen es recoger más datos para informar a los
profesionales que van a ir a atenderle”, explica.
2) Si el paciente tiene
antecedentes cardiológicos, darle la pastilla o spray recomendado
“Este tipo de pacientes puede que tengan
indicaciones del médico de que, si tienen dolor torácico, se tomen algún tipo
de pastilla o spray”, explica. En este caso, se debe ayudar al paciente a que
siga estas indicaciones.
3) Sentar o acostar al paciente si
está consciente
“Si la persona está consciente –señala- se
recomienda que se siente o se acueste y que no haga
esfuerzos”.
No hay ningún problema en tocar al paciente, lo que hay que evitar es que
camine o haga algún esfuerzo.
4) Tumbarlo de lado si está
inconsciente
La enfermera subraya que lo mejor es tumbarle
de lado y
vigilarle mientras llegan los servicios de emergencias. Insta a desabrochar su
ropa si le aprieta, proporcionarle un ambiente tranquilo y ventilado.
5) Realizar la reanimación
cardiorrespiratoria en caso necesario
Si es un infarto producido una parada
cardiorrespiratoria, habría que realizar la reanimación cardiopulmonar. Si no se sabe hacer estas
maniobras, desde el teléfono de emergencias nos indicarán cómo hay que
hacerlas.
6) Mantenerse al lado del paciente
en todo momento
Es imperativo que el acompañante permanezca
al lado del paciente por si la situación cambia (si pierde la consciencia, por
ejemplo). En ese caso, debe llamar de nuevo al servicio de emergencias. “Se
debe llamar a vecinos u otra gente si tienen nociones de primeros auxilios o si
son sanitarios”.
7) No perder la calma
Las personas
actúan mejor si conocen lo que deben o no deben hacer.
Estar informados y tener unas nociones
de primeros auxilios seguramente ayuden a mantener la calma. Realizar unas respiraciones
profundas y lentas también puede funcionar.
8) Intentar tranquilizar al
paciente
El nerviosismo suele ser bastante contagioso. “Lo
mejor es mostrarse tranquilo, hablar despacio, sin gritos, con amabilidad
y cariño.
El contacto físico (una mano en el hombro o una caricia en la cara o en la
mano) seguro que reconfortan al paciente”, afirma la enfermera.
Fuente: EL MUNDO.
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