miércoles, 11 de marzo de 2015

LA REVISTA "MUY INTERESANTE" OFRECE UNA INFORMACIÓN SOBRE EL ESTUDIO DE LA PERSONALIDAD DE ASESINOS Y TERRORISTAS

wtc7El 11 de septiembre de 2001 el mundo miraba a Nueva York. Tres grupos de terroristas suicidas estrellaban varios aviones en diversos lugares de Estados Unidos y cambiaban para siempre el rumbo de la historia. Cuando se cumplen 11 años de aquel trágico suceso entrevistamos a Jesús Sánchez Gómez, doctor en criminología e Investigador en Análisis del Terrorismo, cuyos métodos de análisis de la psicología terrorista van más allá de un estudio psicológico de los sujetos, sino que también se centran en el aspecto clínico de las personas. De hecho ha publicado el "Manual de Clínica Criminológa: Perfil de Peligrosidad Criminal" diseñado específicamente para elaborar perfiles de personas peligrosas y donde se incluye, como ejemplo docente los perfiles de peligrosidad de los yihadistas del 11-M.

Muy Interesante: En los últimos años el terrorismo se ha convertido en una auténtica plaga mundial. ¿Por qué? ¿Hay alguna razón psicológica?

El terrorismo, en general, parte de la premisa, en su diseño, de buscar efectos psicológicos a largo plazo, más allá de las víctimas inmediatas del atentado terrorista.
Desde esta perspectiva, la violencia política busca generar inestabilidad desde el impacto mediático, siendo aquí donde nos encontramos con la utilización, por parte de estas asociaciones, de unos instrumentos, relativamente modernos, que les sirve de altavoces para generar el miedo en la población y hacer oír su reivindicación política. Me estoy refiriendo a los medios de comunicación, lo que nos lleva a una apreciación magnificada del terrorismo en cualquiera de sus vertientes, ya sea nacionalista o religioso o meramente mercenario y con finalidad estrictamente económica.
No son tantas las organizaciones terroristas existentes, pero es cierto que los medios y formas que utilizan, con una propaganda mediática bien utilizada y con un efecto devastador e indiscriminado de su resultado criminal, genera en las personas un estado de ansiedad suficiente para mantener en alerta una situación que, a pesar de ser objetivamente escasa, es lo suficientemente impactante y cruel para conseguir su objetivo de terror.
No obstante, los discursos que manejan de máximos y utópicos hacen que se mantengan en el tiempo por irresolubles, cohesionando al grupo por su idilidad, siendo aquí donde entran en juego, al configurar el paradigma del grupo terrorista, diferentes aspectos; el psicológico, al que se refiere la pregunta, y otro, para mi entender muy importante, el sociológico.
Respecto al psicológico, estos sujetos participan de un constructo de personalidad inintimidable, de manera que con una apreciación egocéntrica de sus propios actos y creencias, y cargados, a su vez, de "su verdad", no temen ni a la pena ni al reproche social, si bien, esto no significa que presenten un déficit o patología psicológica, simplemente su personalidad les sitúa en una posición proclive a dar el paso al acto y cometer el hecho criminal.
Hasta aquí, cualquier persona se puede encontrar en situación de defender una idea por muy obsesiva que esta sea. Sin embargo, ese paso al acto para cometer el delito, necesita de un aspecto nocivo de la personalidad, capaz de pasar el umbral agresivo que determina la comisión del hecho.
Por otro lado, ya con predisposición psicológica para realizar la agresión, la forma en que pudiera ser cometida, respecto a la indiferencia afectiva con la víctima, proviene de otro rasgo de personalidad que, en su extremo, todos conocemos con la calificación de psicópata, aunque estos, en números absolutos, son escasos.
He dejado para el final de esta pregunta otro aspecto, relacionado con el constructo psicológico del sujeto, que se nutre de considerandos sociológicos.
La creación de la personalidad se gesta, con carácter preeminente, por las influencias sociales y ambientales. Por lo que la familia, el grupo de iguales y las influencias situacionales determinan una personalidad y un comportamiento.
Así, los agentes socializantes del entorno distante e inmediato, respecto a la cultura, los primeros, y dinámicas de grupo, respecto al segundo, posicionarán al sujeto en medio de unas creencias, de las que participarán personas de su entorno.
En una determinada instancia, el terrorista participará de un grupo, y querrá participar del mismo, adoptando un rol perverso; el sujeto necesita psicológicamente formar parte de un grupo con unas ideas socializantes determinadas. El grupo, a su vez exige, a cada uno de sus miembros, un determinado comportamiento y asunción de principios para cohesionar al mismo, por lo que demanda una actitud y una actividad que a su vez el individuo está dispuesto a aceptar para no ser rechazado del mismo, entrando así en una espiral viciosa cuya primera premisa para romperla ha de ser la desintegración de dicho grupo y la separación de los sujetos a fin de suspender las influencias nocivas.
En síntesis, los comportamientos terroristas vemos cómo se dirigen a influir en la psicología del ciudadano, al que necesitan llegar mediante el miedo, utilizando para ello los canales de comunicación que existen y que tienen a su alcance, es decir: internet, prensa, radio y televisión, actuando de manera que las reivindicaciones que hacen lleguen a cuanta más población mejor, produciéndoles el agobio de la posibilidad de ser víctimas de un hecho incierto y grave. Fuente: MUY INTERESANTE.

No hay comentarios:

Publicar un comentario