En la radio le hice alguna entrevista solo para decirle la admiración que le tenía.
Una voz preciosa, una cara guapa y un carácter siempre alegre.
Una artista de los pies a la cabeza y al final de su carrera, como presentadora de la tele, se metió al público en el bolsillo por su particular gracia a la hora de decir las cosas...
Muchos hombres estuvieron enamorados de ella...
Me cuentan que ahora ya no sale de casa, que no conoce a los suyos y que solo reacciona al escuchar la música de sus canciones. Todo mi cariño para ella y para su familia en estos momentos tristes donde ella puede que no conozca, pero los demás la conocemos y la reconoceremos toda la vida.
¡Te queremos mucho, Carmen!.
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