lunes, 6 de enero de 2014

EL BETÚN DE JUDEA


El primer producto fotosensible que se utilizó fue el betún de Judea.
Este alquitrán natural, conocido desde la antigüedad, era obtenido originalmente de la superficie del Mar Muerto, donde emerge continuamente del fondo. En el siglo XIX se empezó a extraer también de las rocas bituminosas. Tradicionalmente se utilizaba para embalsamar las momias egipcias, para calafatear los barcos o para hacer nivelaciones en Babilonia. Y Joseph Niépce comprobó que entre sus múltiples propiedades también estaba la sensibilidad a la luz. En efecto, el betún endurece y se blanquea al recibir luz, aunque necesita muchas horas de exposición. Por eso la primera fotografía de la historia tuvo que permanecer expuesta al sol durante 8 horas. 

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