domingo, 26 de abril de 2015

¿MIEDO A CONDUCIR?


En apenas unos segundos, la lluvia se convierte en nieve, que se transforma en sol, y que deja, de inmediato, una carretera libre de cualquier adversidad climática. El conductor se quita entonces el cinturón. Pone punto muerto. Y desciende del vehículo. Y las tres pantallas se apagan. "Aquí es donde trabajamos con los pacientes", cuenta Marcos Gómez, director de proyectos de la empresa Dsmg, mientras señala un simulador instalado en el interior de laUniversidad Rey Juan Carlos de Madrid. Con salpicadero y palanca de marchas, con intermitentes y acelerador, y conectado a un ordenador; este aparato recrea los temores de los automovilistas. Su función: tratar a los amaxofóbicos. Es decir, a quienes les aterroriza conducir. Una fobia que, en la mayoría de los casos, no aparece de un día para otro: lleva un proceso.


El sector maneja en España, principalmente, dos estudios sobre la amaxofobia —un término que proviene del griego y que significa "miedo al carruaje"—. La Fundación Mapfre elaboró uno en 2005, con 1.500 entrevistas, que sentencia que un tercio de los conductores sufre en algún momento, en mayor o menor medida, temor al ponerse al volante. Este informe, que recalca que el miedo nacepara la mayoría de la "manera de conducir del resto de usuarios de la vía pública", incluye en ese porcentaje al 18% de automovilistas que "sienten un miedo paralizante".Como le ocurrió a Sara Martín, de 25 años. Una joven pontevedresa que empezó a temer ponerse ante el volante el primer día que cogió un coche sin pedales en el asiento del copiloto. "Cada día tenía más miedo a estamparme, a que los frenos dejasen de funcionar o que me matase otra persona", cuenta esta chica, afincada en un pequeño pueblo de la provincia gallega. Así que lo dejó y estuvo años sin conducir. Hasta que se vio obligada a ello. Consiguió un empleo y lo necesitaba para ir a la oficina. "Entonces tuve que afrontarlo. Pasé un fin de semana de prácticas con mi novio al lado, que tuvo mucha paciencia. Y yo lloraba del pánico que tenía", rememora Martín, que afrontó la fobia por su cuenta y que ya usa el automóvil para desplazarse hasta el trabajo. Aunque, como reconoce, "sigue sin fiarse mucho" del resto de conductores. "Y en la ciudad ni entro, están locos allí", apostilla rápidamente.
El otro estudio mencionado por los expertos reduce el nivel de afectados. Attitudes, el programa de responsabilidad social de la marca Audi, también decidió en 2010 fijar su atención en este problema: y concluyó que solo el 4% de los conductores ha desarrollado realmente una fobia a conducir. Eso sí, apostilló que un 22% de los españoles sufre ansiedad al volante; y coincidió con la Fundación Mapfre en que, en algún momento, una de cada tres personas, "no conduciría si pudiera" por miedo a la carretera. Fuente: El País.

No hay comentarios:

Publicar un comentario