"Besos que vienen riendo, luego llorando se van, y en ellos se va la vida, que nunca más volverá". Así hablaba Miguel de Unamuno del desamor.
En esos casos, como apuntaba hace días una psicóloga en mi programa de radio: hay que distraerse, darse algún capricho, invertir más tiempo en tí y apoyarse en la gente que a uno le quiere de verdad.
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