Mis compañeros de LA GACETA nos cuentan la vida del que puede ser el otro Robinson Crusoe
En 1987 la vida de David Glasheen tomó un giro inesperado. Su fortuna de casi diez millones de dólares se esfumó debido a la crisis bursátil. Vivió durante años en la pobreza hasta que en 1997 decidió cambiar de plan, así que se mudó a la isla de Restoration, frente a la costa noreste australiana.
Y la verdad que no le ha ido nada mal. Su casa es ahora una cabaña con paneles solares y tiene conexión a Internet. También tiene una granja donde cultiva verduras y frutas, y en la que elabora su propia cerveza, según informa TVi 24.
Ya lleva viviendo en la isla 17 años, junto a su perro Quasi y una maniquí de plástico. Aunque podría tener que abandonar su isla paradiasiaca en los próximos meses, ya que las autoridades australianas le permitieron vivir en la isla a cambio de que pagase un alquiler de 20.000 dólares anuales, y a que desarrollara un complejo turístico en la isla, una promesa que, según el Tribunal Supremo de Queensland, no está cumpliendo.
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