La siesta es una costumbre muy española y ahora nos dicen los médicos que además es saludable.
Las personas que trabajan en jornada partida y cuyo desarrollo profesional es intenso, deben tener un respiro en mitad de la jornada.
La siesta, de veinte a treinta minutos sentado en un sillón después de comer, mejora la salud circadiana, disminuye el estrés, relaja, da renovadas fuerzas para afrontar el resto del día y refuerza todas nuestras capacidades. Sin embargo, puede que cojamos algún kilo de más si siempre lo hacemos después de comidas opulentas. La mejor siesta es después de comer, descalzarse y sentado en un cómodo sillón echar un sueño corto pero reparador.
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