Está claro que un sueño reparador nos hace sentirnos mejor durante todo el día, tener más energía, ser más positivos... pero además un último estudio llevado a cabo por un grupo de investigadores de las universidades de Lübeck (Alemania), Cambridge (Reino Unido) y Tübingen (Alemania) ha concluido que si no
dormimos bien habitualmente, tenemos más riesgo de padecer diabetes tipo 2 o de sufrir obesidad, entre otros
trastornos metabólicos.
El estudio, que ha sido publicado en la revista
The Lancet Diabetes & Endocrinology, sugiere que, aparte de la predisposición genética,
existen una serie de factores que determinan nuestra salud metabólica, como los hábitos de alimentación, el ejercicio físico y también el
sueño. El hecho de que el sueño esté relacionado con los trastornos del metabolismo viene marcado porque dormir mejor o peor influye en la capacidad del organismo para controlar lo que comemos, para metabolizar la
glucosa y para mantener el equilibrio de energía durante todo el día.
Los investigadores hacen referencia a que las
costumbres que se han puesto de moda en nuestro estilo de vida moderno, como permanecer en la cama con el
móvil, la consola, la tableta o el portátil,
están afectando al ciclo de sueño natural, robándonos unas horas preciosas de sueño y poniendo en riesgo nuestra salud.
El estudio sugiere que, aparte de dejar a un lado los dispositivos electrónicos en la zona de descanso,
mejorar las condiciones ambientales de la habitación como evitar el
ruido o la luz, pueden aumentar la calidad y la duración del sueño y con ello mejorar nuestra salud.
Estudio publicado por la revista Muy Interesante.