sábado, 14 de diciembre de 2013

SI UN MAYOR ESTÁ HIDRATADO TENDRÁ MEJOR HUMOR

EFE/Michael ReyndsEFE/Michael Reynds
Un estudio presentado en el I Congreso Internacional de Hidratación, organizado por Coca-Cola recientemente en Madrid, ha constatado que los ancianos con mayor nivel de deshidratación presentaban peor estado de ánimo y depresión.
Esta investigación -realizada por los departamentos de Nutrición y Análisis Químicos de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense y la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Alfonso X, de Madrid- tomó como muestra a 176 personas de 65 a 90 años de una residencia de mayores de la capital española.
Mediante un método de control de la ingesta de líquido durante varios días y un test de depresión geriátrica se concluyó que los ancianos con un niveles bajos de hidratación sufrían peor estado de ánimo (un 43,7 por ciento tenían depresión) que aquellos que consumían mayores dosis de líquido que, además, presentan mejores funciones cognitivas.
La catedrática de Nutrición de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid, Rosa Ortega-Anta, una de las coordinadoras del estudio, explica la importancia de la hidratación en el cuerpo humano ya que todos los procesos orgánicos se producen en el medio acuoso, incluido el funcionamiento del sistema nervioso.
“Pero el mayor es vulnerable, es un individuo que ha ido perdiendo líquido. El anciano tiene menos agua que el adulto y el adulto que el niño”, señala la catedrática. El agua es el principal nutriente del cuerpo humano y está presente en un 60% del peso, un 80% en los recién nacidos.

Cuidado con la deshidratación leve

La hidratación mejora el estado de ánimo y cognitivo de los mayores
EFE/Domenech Castelló
Los problemas físicos no empiezan con una falta de líquido elevada (a partir del 8/10% hay riesgo de muerte) , sino que la deshidratación ligera (1/2%) ya puede afectar al rendimiento, a la memoria, a la coordinación motora y provocar fatiga.
Esto es más peligroso si el que sufre esa deshidratación leve es un anciano que no pone remedio.
Si el mayor no bebe regularmente puede alterar todos sus procesos fisiológicos, desde el sistema circulatorio, vascular, el cerebro, los riñones…
Una deshidratación ligera, que puede pasar desapercibida, es capaz de alterar la función cognitiva  provocando incluso riesgo de sufrir accidentes con consecuencias nefastas para una persona mayor.
“Necesitan estar bien hidratados para estar bien despiertos”, resalta Rosa Ortega-Anta.

¿Por qué los mayores beben poco?

Otros estudios reflejan que el anciano que vive en residencias ingiere menos líquido que el que está en casa, “que ya de por sí bebe poco”, apunta la catedrática.
Hay factores que influyen en la menor ingesta de líquido como el hecho de no sentir la sed. “A los ancianos se les atrofia el centro de la sed, al igual que se les atrofia, por ejemplo,  las papilas gustativas”, explica la jefe del Servicio de Endocrinología de la Fundación Jiménez Díaz, Pilar Riobó.
la hidratación mejora el estado de ánimo y cognitivo de los mayores
EFE/J.C.Hidalgo
Este trastorno se conoce como hipodipsia y suele estar relacionado con una disminución de la neurona u osmorreceptor de la sed en el hipotálamo. Es un mecanismo que incluso no funciona del todo bien en adultos, a veces cuando sentimos sed ya estamos algo deshidratados.
“Los ancianos presumen de que no necesitan beber y sí lo necesitan, hay que estar encima de ellos ofreciéndoles líquido regularmente”, señala Pilar Riobó, quien indica que la sequedad de la piel y los ojos hundidos son síntomas físicos de deshidratación, así como el color oscuro de la orina.
Pero también influye en el anciano el miedo a la incontinencia urinaria, el temor a levantarse de noche al servicio y sentir molestias o dolores. “Cuanto más mayor, más problema con el líquido por miedo a tener que moverse”, señala la catedrática Rosa Ortega.
La disfagia o problema para tragar es otro aspecto que les disuade a la hora de beber. Tienen miedo a atragantarse. En muchas ocasiones les resulta más complicado tragar líquidos que semilíquidos, como purés o yogures.
Los especialistas recomiendan estar más pendientes de que los ancianos consuman las dosis recomendadas (las mismas que para un adulto, 2 litros las mujeres y 2,5 litros los hombres tanto de agua como sopas, consomés, leche o infusiones) que esperar a que tengan sed y lo pidan porque es posible que pasen horas y no sientan la necesidad de beber. EFE SALUD.

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