El estudio está publicado en New England Journal of Medicine:
Un 30% de los casos de infarto o ictus se podrían prevenir a base de dieta mediterránea.
Tan fácil como tomar aceite de oliva virgen extra, frutos secos (sobre todo nueces y avellanas), pescado azul (la sardina es muy económica), lacteos (desnatados y semidesnatados), un vaso de vino en las comidas, pan integral y legumbres 3 veces por semana.
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