martes, 5 de noviembre de 2013

GROOMING Y SEXTING, DOS PELIGROS PARA LOS JÓVENES EN INTERNET

EFE/EPA/STR
No es el medio el que corrompe, sino su mal uso. La buena gestión de los contenidos de internet es la clave. Las principales amenazas que atentan contra los jóvenes en la red se centran en el exceso de uso, el acoso y en el anonimato que encierra.
“La adicción al medio, las amenazas a su privacidad, la suplantación de identidad, el ciberacoso todo ello aderezado con el anonimato propio de la red, provoca un sentimiento de indefensión en el joven”, afirma Diana Díaz, psicóloga y subdirectora del Teléfono ANAR de la Fundación ANAR de Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo.
El acoso se ha traspasado de las aulas a la red, donde el anonimato con el que actúa el agresor hace que se incremente la posibilidad de persecución.
“Las nuevas tecnologías son un arma muy peligrosa para el acoso escolar; insultan, se burlan, difunden rumores o publican contenidos ofensivos en relación a la propia víctima o a su familia, o suplantan su identidad”, asegura la psicóloga.
Existe un problema cuando:
  • tener la cabeza encima del móvil coarta otras actividades del niño
  • cuando se reduce su vida social o ésta sólo se da a través de las nuevas tecnologías
  • si el niño no las tiene a su alcance, sufre una sensación de agobio
La dependencia tiene siempre los mismos síntomas; se produce una dispersión en la atención, un síndrome de abstinencia. “Se desarrolla como una tolerancia; cada vez se necesita más tiempo para calmarla, para saciarse. Como en cualquier tipo de adicción lo que recomendamos siempre es el apoyo de los padres; deben estar muy presentes, fomentar el diálogo y explicarles que se sienten preocupados. Tienen que solicitar ayuda profesional, no hay otra manera de atajar el problema, somos muy contundentes”, insiste Díaz.

Grooming y sexting

Algunos peligros con los que se encuentran nuestros jóvenes y no tan jóvenes en internet tienen que ver, como tantas veces, con el anonimato que otorga el medio y con el exceso de confianza; Diana Díaz nos define los más comunes:
Grooming: un adulto contacta de forma sistemática y deliberada y sostenida en el tiempo con un menor a través de medios telemáticos; puede ser el correo electrónico, por SMS, a través del chat, una red social… Su intención es establecer una relación y control emocional sobre este menor y preparar el terreno para un abuso sexual.
“El adulto va a intentar quedar presencialmente. En ocasiones se hace pasar por un menor; el acercamiento es muy despacio, no se nota que haya una coacción o un engaño. El agresor teje una tela de araña para intentar conseguir una imagen comprometida del menor y a partir de esta imagen chantajearle con publicarlas o mostrarla a sus padres”, sostiene la psicóloga.
Sexting: difusión o publicación a través de un dispositivo tecnológico de contenidos, principalmente foto o vídeo, de tipo sexual producido por el propio remitente y enviado voluntariamente.
No es un fenómeno sólo de menores, también lo practican los adultos pero el peligro está en la escasa percepción de riesgo que tienen los jóvenes. Las redes sociales tienen la capacidad de hacer que las puertas de nuestro hogar han desaparecido si no supervisamos.
Grooming y sexting: peligro para jóvenes en internet
EFE/EPA/PETER da SILVA
“Todos tenemos claro que en la calle hay muchos peligros, dejar a un niño en la calle es un riesgo muy grande, pues con las nuevas tecnologías es lo mismo; es como si dejáramos a nuestro hijo con las puertas de casa abiertas, puede entrar el pederasta, temas de drogas, violencia”, afirma la doctora Díaz.
El insulto afecta, lo primero, a la autoestima. “Cuando le insultan por las redes o se hace público algo por esta vía, tanto en la infancia como en la adolescencia se está formando la estima y depende mucho de la imagen que viene del exterior. Todo esto puede derivar en ansiedad, tristeza profunda, casos incluso de intentos autolíticos o sentimientos de depresión”, asegura la psicóloga.
El sentimiento de indefensión y de culpa suelen ser los detonantes para los afectados que acuden a este teléfono con situaciones de grooming o sexting.
“Yo le he dado pie; es común que lo piensen. Una de las primeras cosas que vamos a hacer es desculpabilizar, desde la culpa es muy difícil salir de la situación”, señala la psicóloga.
Los padres, como responsables legales son los que tienen que ayudar a dar los pasos pero es probable que sea necesario la ayuda de un profesional. “Normalmente los padres son protectores pero si no los hubiera nosotros desde aquí, con los datos que nos facilite este niño, nos podemos poner en contacto con profesionales que les pueden ayudar. Existen las dos vías, los padres que son protectores pero a veces el problema son los padres”, mantiene Díaz.

Fundación ANAR

La Fundación ANAR (Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo) es una organización sin ánimo de lucro que apoya a este colectivo y a sus familias en el ámbito psicológico, social y jurídico, cuando estos tienen problemas o se encuentran en situación de riesgo.
Entre otros servicios, como hogares de acogida en España y Latinoamérica, ANAR ofrece desde el año 94 una línea telefónica gratuita y confidencial (900 202010) que opera en toda España las 24 horas del día durante todos los días del año; en 2012 atendió 324.643 llamadas.
También ANAR ofrece apoyo a través del teléfono (600 505152) a los padres que detectan la adicción de sus hijos a las nuevas tecnologías u otros problemas como la amenaza de la privacidad de sus hijos, la difusión de su imagen sin consentimiento, el acceso de los hijos a contenidos no apropiados o cualquier peligro que pueda afectar a los niños y jóvenes. La comunicación de los padres con sus hijos será fundamental en la resolución de todos ellos. EFE.

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