Un estudio realizado en EEUU con casi 30.000 personas durante 16 años revela que no desayunar aumenta hasta un 30% el riesgo de sufrir un infarto de miocardio o una enfermedad cardiovascular. Son datos de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Boston.
Otro dato: 3 de cada 10 muertes registradas en el mundo en el año 2011 se debieron a un problema cardiovascular.
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