miércoles, 19 de junio de 2013

UNA SIMPLE TAZA DE CAFÉ TE PUEDE AYUDAR A NO ENVEJECER...

En Radio Inter y también en Intereconomía Radio tuvimos algunas entrevistas con las personas que están difundiendo en España un café con antioxidante que puede ayudar a restar determinadas dolencias y a luchar al mismo tiempo contra el paso del tiempo. Nos pareció tan curioso e interesante que deseamos publicar el contenido de estos estudios en nuestro blog. En el teléfono de España 91 6167515 les pueden brindar información de cómo encontrar estos productos.


Q UE ES GA N O DERM A L U C I D UM
Ganoderma Lucidum es el nombre científico de una especie de hongos rojos que cuenta con más componentes activos que el Ginseng.
El Ganoderma Lucidum es conocido como "La milagrosa reina de todas las hierbas" (también llamado Lingzhi en China; Reishi en Japón y Youngchi en Corea).
Se califica como hierba superior en la farmacopea de Sheng Nong, un texto herbario chino antiguo que data del año 3.494 antes de Jesucristo.
Tal fue el calado de los estudios que se conservaron y propagaron en el tiempo a través de la tradición oral y hace unos 2.500 años —en los comienzos de la dinastía Han— se plasmaron en la que es la primera farmacopea conocida, que mantuvo el nombre de Sheng Nong. Este compendio almacenaba unas 2.550 sustancias naturales como medicamentos de los cuales el Ganoderma Lucidum es la hierba superior a todas.
Muchos malestares son causados por el desequilibrio de las funciones del cuerpo. Ganoderma Lucidum, también conocido como Reishi en Japón, Lingzhi en China y Youngzhi en Corea, ayuda al rejuvenecimiento y promueve la longevidad, reduce el estrés mental y físico, fortalece el sistema inmunológico y mejora el funcionamiento del cuerpo.BREVE HISTORIA DE LA MEDICINA CHINA
La medicina tradicional china tiene una historia de más de dos mil años, su inicio se remonta a la necesidad de prevenir y tratar afecciones de la salud. Por medio de ensayos fueron descubiertos los beneficios de tratamientos con hierbas y setas.
Su origen se remonta a las necesidades de supervivencia del hombre primitivo. Como consecuencia de actividades tales como cultivo y cacería, el hombre fue adquiriendo dolencias y para superarlas ensayó métodos básicos tales como: la aplicación del calor o frío o la ingestión de diferentes hierbas o
alimentos.
La medicina tradicional china aumenta su presencia en todo el mundo, vive hoy en armonía con la medicina contemporánea occidental. Muestra de ello es que las plantas medicinales siguen siendo parte preferente de las recetas que se dispensan en las farmacias y que se administran en los hospitales chinos. En cada país la presencia de esta sabiduría milenaria, aún poco conocida, cada vez es mayor.
Éstos se clasifican básicamente en 3 categorías: 120 de ellos se declaran para ser medicinas "superiores", otros 120 se clasifican como medicinas "medias", y los 125 restantes se colocan en "favorablemente" la categoría. Las medicinas "superiores" se llaman las "hierbas del dios" y están para la juventud y la longevidad perpetuas las medicinas de los magos legendarios. Las medicinas "medias" de la categoría son las que se pueden tomar como tónico, y ésos en la categoría se llevan "favorablemente" las dolencias del específico del remedio. De las medicinas del superior enumeradas en el texto, Ganoderma Lucidum era el número clasificado uno.
Bajo investigación y analisis cooperativo entre doctores y científicos eruditos de Asia y del extranjero y experimentos clínicos hechos por los hospitales, las universidades y los fabricantes de farmacéuticos, GANODERMA LUCIDUM ha demostrado tener la capacidad de ayudar al cuerpo a funcionar con más eficacia y eficiencia.
O RA C
ORAC representa la Capacidad de Absorción de Radicales de Oxigeno ¿Esto es simplemente una manera elegante de decir, ―Que bien hace un alimento a mi cuerpo, en la lucha contra enfermedades como el cáncer y las enfermedades del corazón?
En las siglas ―ORAC‖ están las palabras  ̳radicales de oxigeno qué son químicos que corren alrededor dentro de nuestros cuerpos. Ellos son una parte cotidiana normal de vivir diario. Pero, aunque todos nosotros tenemos los radicales de oxigeno, ellos son malos para nosotros. Los radicales de oxígenos pueden dañar nuestras células. Ellos hacen este daño por un proceso llamado Oxidación.
Si nuestros cuerpos pueden absorber y pueden detener a los radicales de oxígenos antes de que ellos dañen nuestro cuerpo, entonces ellos no nos dañarían.
Alimentos con alta Capacidad de ORAC
COMPONENTES ACTIVOS DEL GANODERMA
1. POLISACARIDO
Ganoderma Lucidum contiene un polisacárido llamado Lentinan que fortalece el sistema inmunológico intensificando la función de las células T. Estas células se encargan de identificar microbiosinvasores y los atacan para combatir infecciones. Previenen tumores mejorando la circulación y eliminan los radicales libres dañosos. Disminuye la reproducción de metástasis en células cancerosas.
Numerosos estudios en Japón muestran que el uso del Lentinan extraído permite no sólo prolongar la expectativa de vida de los pacientes, sino lograr una mejor calidad de vida (Nakano et al., 1999).
El Lentinano es un β-glucano de peso molecular 4-8 x 105. Los pasos para su purificación fueron descriptos por Chihara y colaboradores (1970). Aún se desconoce los mecanismos por el cual este compuesto actúa; en apariencia su acción estría vinculada al aumento en la eficiencia en el sistema inmune del individuo basado en complejos mecanismos de los cuales existen al menos dos teorías (Wasser 2002).
La mayoría de los polisacáridos extraídos de los hongos superiores ejercen su acción antitumoral vía la activación de la respuesta del propio organismo receptor. Este tipo de sustancias son conocidas como modificadores de la respuesta biológica (Wasser and Weis, 1999). Básicamente no ocasionan daño ni estrés en el organismo; ayudan al organismo a adaptarse a situaciones de estrés causadas por problemas ambientales o por causa de agentes biológicos; ejercen una acción inespecífica sobre los sistemas inmunológicos ejerciendo además funciones regulatorias (Brekhman 1980).
La acción inmunomoduladora de los polisacáridos de hongos superiores son especialmente valiosos en tratamientos preventivos de metástasis tumorales (Wasser, 2002). La acción antitumoral se produce por activar diferentes respuestas inmunes en el individuo.
LENTINAN
Esto ha sido verificado en muchos experimentos, tales como la pérdida de efecto antitumoral en ratones a los que se les extirpó el timo; en ratones neonatales o después de la administración de suero con anti- linfocitos (Ooi and Liu 1999). Estos resultados muestran que la acción de los polisacáridos requieren que el sistema de células T se encuentre intacto, dicha actividad es mediada a través de un mecanismo inmune dependiente del timo.
La actividad antitumoral del Lentinano es inhibida por un pre- tratamiento con agentes antimacrófagos como por ejemplo, el carragenano. Es por ello que varios efectos de los polisacáridos se cree que se debe a la potenciación de la respuesta de los precursores de las células T y de los macrófagos a las citoquinas producidas por lo linfocitos después del reconocimiento específico de las células tumorales (Hamuro and Chihara 1985). En adición, la inducción de un macado incremento en las cantidades de CSF, IL-1, and IL-3 por los polisacáridos resulta en la maduración, diferenciación y proliferación de células inmunocompetetentes que intervienen en los mecanismos de defensa del individuo (Hamuro and Chihara 1985).
Los polisacaridos también son responsables de estimular las células killers, células T, B y macrófagos dependientes del sistema inmunológico. El Lentinano es capaz de restablecer la actividad suprimida de las células helper T en tumores a su estado normal, conduciendo a restaurar la respuesta inmune (Ooi & Liu 1999).
El mismo efecto ocurre para PSK, aunque ese no tenga un sustancial efecto en la respuesta inmune del individuo en condiciones normales el Lentinano también acelera la infiltración de eosinófilos, neuitrófilos y granulocitos alrededor del tejido afectado, activando la secreción de oxígeno y la producción de citoquinas en los macrófagos del peritoneo.
El Lentinano también incrementa la citotoxicidad de los macrófagos peritoneales contra los tumores en metástasis, pudiendo activar la vía normal o alternativa del sistema complementario y puede dividir C3 en C3a y C3b, aumentando la activación de los macrófagos (Aoki 1984; Wasser and Weis 1997; Hobbs 2000).
La habilidad de incrementar la respuesta inmune del Lentinano podría estar vinculada con la modulación de algunos factores hormonales, los que se saben tienen un papel importante en el crecimiento tumoral. Auki (1984) mostró que la actividad antitumoral del Lentinano es
fuertemente reducida por la administración de tiroxina o hidrocorticoides.
Las posibles vías metabólicas que muestran tales efectos han sido resumidas por Chihara (1981) y Hamuro & Chihara (1985), y revistas posteriormente por Wasser and Weis (1999); aquellas vías referidas a los β-D-glucanos con efectos modificadores de la respuesta inmune por (Mizuno 2002).
Una CÉLULA T es una clase de linfocito (un tipo de glóbulo blanco). Aproximadamente del 15 al 40% de los glóbulos blancos son linfocitos y son una de las células más importantes del sistema inmunológico debido a que protegen de las infecciones virales, ayudan a otras células a combatir las infecciones provocadas por hongos y bacterias, producen anticuerpos, combaten el cáncer y coordinan las actividades de otras células de dicho sistema.
Los dos tipos principales de linfocitos son las células B y las células T. Las células B nacen y maduran en la médula ósea, mientras que las células T también nacen en la médula ósea pero maduran en una glándula llamada timo (T representa a timo). Las células B producen anticuerpos. Los anticuerpos ayudan a destruir las células anormales y los microorganismos infecciosos, tales como los hongos, los virus y las bacterias.
Las células T se dividen en grupos:
Células T colaboradoras (también llamadas células T4 ó CD4+)
Ayudan a otras células a destruir los microorganismos infecciosos.
Células T supresoras (también llamadas células T8 ó CD8+) Bloquean la actividad de otros linfocitos, impidiéndoles que
destruyan el tejido sano.
Células T asesinas (también llamadas linfocitos T citotóxicos o CTL, son otra clase de células T8 ó CD8+)
Reconocen y eliminan las células anormales o infectadas.
CÉLULAS T
Células T Reguladoras
El sistema inmunológico también tiene un mecanismo de frenado, un control para prevenir que las respuestas inmunes actúen sobre "lo propio". Sin este control, las enfermedades autoinmunes podrían florecer.
Un tipo adicional de células inmunes-células T reguladoras son estos agentes críticos de frenado. Los investigadores aún no saben exactamente la manera en que las células T reguladoras operan.
Algunos piensan que estas células T reconocen y compiten por los mismos antígenos que aquéllos que activan a las células T auxiliares y citotóxicas pero que las células T reguladoras se concentran en un epítope diferente.
Otra posibilidad es que las células T citotóxicas o auxiliares solamente se multiplican cuando las células T reguladoras están ausentes. Las células T reguladoras se han vuelto importantes para los investigadores que están intentando aumentar la eficiencia de las vacunas contra el cáncer y el SIDA. Además de incrementar la antigenicidad del elemento inmunizante, un mejor entendimiendo de las células T reguladoras permitirá a los científicos reducir la actividad de frenado del sistema inmunológico, la cual frecuentemente limita la efectividad de las vacunas.
2. GERMANIO ORGANICO
Ganoderma Lucidum está compuesta por Germanio Orgánico que mejora la oxigenación celular.
Junto a los Polisacáridos son en gran parte responsables de su eficacia anti tumores, además realzan la desintoxicación del hígado. De esta forma mejora la función hepática y estimula la regeneración de células del hígado.
El Científico Japonés Kazuhiko Asai descubrió que el Germanio Orgánico alivia muchas condiciones como:
Artritis. Alergia. Colesterol. Hipertensión. Diabetes. Infecciones virales crónicas. Cáncer. Sida.
El Germanio Orgánico cuenta con varias propiedades muy peculiares y considerablemente valiosas como mejorador del oxígeno, ya que se ha demostrado que aumenta el flujo de oxígeno en todas las unidades celulares, sobre todo en los sitios donde existe una deficiencia.
Es un adaptógeno porque normaliza la mayoría de las funciones del cuerpo y eso se ajusta a las necesidades específicas de cada uno. Se ha visto que es eficaz en casos de algunas enfermedades graves tales como el cáncer, estimula al sistema inmunológico para que produzca las substancias que a su vez, ayudarán a destruir a las células malignas.
Además el Germanio Orgánico es una especie de estimulante cerebral debido a que muchas personas reportan un aumento en la capacidad mental. Tal vez este efecto sea una consecuencia de la ayuda que produce el Germanio Orgánico para que el cuerpo envie más oxígeno al cerebro. Por otro lado, podemos decir que el Germanio Orgánico es un desintoxicante, debido a que por su estructura química tiende a unirse y luego eliminar ciertos compuestos tóxicos y sustancias dañinas como los metales pesados.
Con toda certeza se puede afirmar que el Germanio Orgánico es un catalizador inmunológico, ya que ayuda a convertir a los macrófagos inactivos en células 100 % activas. Lo mismo hace al mejorar la producción de interferón y aumenta el número de células asesinas naturales. El Germanio Orgánico ha sido ampliamente investigado tanto por la comunidad científica ortodoxa como por los médicos alternativos, encontrando efectos terapéuticos notables. La versatilidad de los efectos terapéuticos del Germanio Orgánico y su virtual no-toxicidad lo hace una substancia altamente atractiva a cualquier médico, interesado en alcanzar y mantener una buena salud en sus pacientes.
El Germanio Orgánico, desde entonces se ha usado en muchas maneras, con dieta, como parte de un programa contra el estrés y hasta como un nutriente coadyuvante contra el cáncer. La seguridad del Germanio Orgánico ha sido bien documentada.
Algunos ejemplos de padecimientos donde se ha utilizado Germanio Orgánico son: artritis reumatoidea, epilepsia, cáncer, mal de Parkinson, osteoporosis, diabetes, asma, malaria, dolor de cabeza, gastritis, úlceras duodenales, enfermedades mentales, leucemia, enfermedad de Raynaud, algunos problemas de la piel, glaucoma, amiloidosis y muchas otras.
El Germanio Orgánico protege del envenenamiento por monóxido de carbono, es beneficioso para tratar enfermedades de los ojos y en la cura de heridas, especialmente quemaduras. El Germanio Orgánico también actúa como un antioxidante, particularmente contra la acumulación de amiloide.
El Germanio Orgánico tiene la sobresaliente capacidad de captura y descarga de los metales pesados como el mercurio, el cadmio, el plomo y demás. Otro efecto muy importante con el que cuenta el Germanio Orgánico es que protege contra el daño producido por la radiación en seres humanos, incluyendo aquellos pacientes que están recibiendo radioterapia contra el cáncer.
El Germanio Orgánico tiene un efecto analgésico al influir en ambos, el sistema catecolaminérgico y el serotoninérgico. Esta acción explica algunos de los efectos colaterales temporales que a veces se ven al tomar grandes dosis de Germanio Orgánico (más de 1,000 mg al día) como letargo, mareos, somnolencia. La estimulación de la serotonina que ejerce una acción calmante puede explicar los efectos positivos de
sentirse mejor y que se observan consistentemente en los pacientes que toman Germanio Orgánico. Los nuevos paradigmas de la ciencia nos han hecho mirar más profundamente y recordar que los cristales le dan cuerpo a las energías que pueden ser efectivamente canalizadas para la visión interior y la curación.
Las propiedades curativas de los cristales se están haciendo muy conocidas y muchísimas personas están aprendiendo a sintonizarse y utilizar estas energías curativas para el alivio del planeta y la salud personal. Se piensa que la naturaleza curativa de los cristales se deriva de los campos de energía que al final son una consecuencia de electrones que crean estos campos energéticos. El Germanio Orgánico en su forma sólida es un cristal y por supuesto una de las propiedades fundamentales del Germanio Orgánico es su naturaleza semiconductora, es decir, su capacidad de donar y recibir electrones fácilmente. Muchas de las propiedades terapéuticas del Germanio Orgánico pueden deberse a sus cualidades electrónicas intrínsecas. Otros experimentos que documentan las propiedades biofísicas del Germanio Orgánico han sido realizados señalando la capacidad de esta substancia para influir en las características magnéticas y energéticas.
El Germanio 132 actúa como transportador facilitando el movimiento del oxígeno a través de las membranas celulares, a fin de introducir oxígeno en la célula. Refuerza además muchas funciones del sistema inmune. Varios estudios han informado de la capacidad del Ge-132, administrado por vía oral para aumentar la actividad de las células asesinas naturales.
Además, un estudio publicado en el Journal of Interferon Research concluía que el Germanio Orgánico restaura el funcionamiento normal de células-T y linfocitos-B; el Germanio Orgánico tiene actividades fisiológicas excepcionales siendo capaz de estimular la producción de gamma-interferón, tanto en animales como en seres humanos, sin efectos colaterales ni toxicidad.
Su absorción en el intestino delgado se realiza aproximadamente en un 30% del total ingerido. Su nivel máximo de sangre se presenta aproximadamente a las tres horas de haber sido ingerido, desapareciendo entre las 48 y 72 horas posteriores eliminado por la orina.
Es un elemento que no se almacena en el organismo por lo que no es tóxico siempre que hablemos de su forma orgánica; no sucede lo mismo con otros compuestos inorgánicos.
Protege de los radicales libres. Favorece la producción de anticuerpos. Incrementa la eficacia en el transporte de oxígeno. Permite el buen funcionamiento de los linfocitos T y B.
Falta de oxigenación cerebral. Alteraciones del sistema inmunológico. Disminución en el contenido de oxígeno de los órganos. Mayor tendencia a las infecciones causadas por virus. Acumulación de radicales libres.
El Germanio-132 es el único que no posee. Aunque, como siempre, su uso terapéutico debe ser siempre supervisado por un profesional de la salud.
Vitamina A. Vitamina B-15. Vitamina C. Vitamina E. Selenio. Cinc. Coenzima Q-10.
El radical superóxido se produce cuando el oxígeno acepta un electrón que queda desemparejado. Esto tiene lugar principalmente en las mitocondrias, órganos de las células encargados de la producción del combustible celular (ATP, adenosintrifosfato) a partir de sustancias energéticas como los azúcares, grasas, etc. y en menor escala, durante
Funciones que desempeña
Su deficiencia puede provocar
Toxicidad
Nutrientes sinérgicos
Los mecanismos de producción
la "explosión" fisiológica de las células defensivas como neutrófilos, monocitos, eosinófilos y macrófagos, que sigue a la digestión y destrucción de microorganismos, precisamente mediante este radical superóxido. Debido a su alta toxicidad, es continuamente destruido por los mecanismos antioxidantes de la célula por el valioso enzima superóxido dismutasa (SOD), y como consecuencia de esto, se forma un residuo secundario, el peróxido de hidrógeno o agua oxigenada, aunque también es originado directamente por algunas enzimas.
El peróxido de hidrógeno no es en sí un verdadero radical ya que no tiene electrones desemparejados y, por lo tanto, es menos reactivo que el superóxido.
Sin embargo el daño celular que produce es muy elevado debido a que a diferencia del anterior presenta una gran movilidad al cruzar fácilmente las membranas celulares y para eliminarlo, las células poseen además dos enzimas (catalasa y glutation peroxidasa) que provocan su ruptura. La mayor peligrosidad del peróxido de hidrógeno es debida a su accidental descomposición que es provocada por metales que actúan como catalizadores, especialmente el hierro (Fe2+) y en menor medida el cobre (Cu+) mediante la llamada reacción Fenton. Como consecuencia de ello se forma el radical libre más activo y peligroso, el hidróxilo, que posee un electrón desemparejado y gran movilidad, por lo que ataca y daña casi todo tipo de estructura celular. Tanto la superóxido dismutasa como la catalasa reducen la formación del radical hidróxilo. Estas enzimas forman parte de las defensas antioxidantes intracelulares, en colaboración con los extracelulares, no-enzimáticas, como algunas proteínas que secuestran metales de transición (hierro) de forma que les impiden actuar como catalizadores en la producción de radicales libres, y antioxidantes tomados con la dieta, como el ácido ascórbico (vitamina C), &-tocoferol (vitamina E) y Beta-caroteno, que actúan como agentes reductores, especialmente inhibiendo la peroxidación de lípidos.
La principal cadena "fisiológica" de producción de radicales libres por lo tanto, comienza con el superóxido, justo en el interior de las mitocondrias, como consecuencia del metabolismo celular normal. El más importante mecanismo bioquímico por el que las mitocondrias producen la energía de la célula se denomina fosforilación oxidativa, gracias a cinco complejos enzimáticos, de los cuales cuatro son cadenas de transporte de electrones. La función del oxígeno es fundamental e inofensiva: recibir los electrones transportados, es decir la oxidación
fisiológica de gran número de coenzimas. Pero el problema es que este mecanismo no es perfecto, y entre el 1 y el 4% del oxígeno utilizado es convertido en radicales peligrosos como el mismo superóxido. De esta forma las primeras lesiones celulares causadas por los radicales libres tienen lugar en componentes mitocondriales como el ADN mitocondrial, que acumula 16 veces más daño oxidativo que el ADN nuclear.
De esto se deduce que un factor determinante y muy importante en la formación de radicales libres y daño celular es la tasa de metabolismo basal: a mayor metabolismo, mayor gasto y producción de energía (ATP, fosforilación oxidativa) y mayor producción de radicales libres y daño celular.
Como hemos visto, a pesar de los mecanismos de defensa antioxidante, la tasa de metabolismo basal es suficiente para la producción de radicales libres y alteraciones celulares que se acumulen con el tiempo. Pero además de esto, existen situaciones en las que hay un aumento excepcional en la producción de radicales libres o, por el contrario, reducción de los mecanismos antioxidantes.
Estas situaciones se engloban dentro del denominado estrés oxidativo, que sería la causa determinante en la generación de algunas de las enfermedades que se han mencionado anteriormente.
Las causas que desencadenan el estrés oxidativo son muy diversas y algunas aún desconocidas, por ejemplo el ritmo de vida estresante, la luz ultravioleta del sol de cada vez mayor intensidad por la destrucción del filtro de ozono, gases radioactivos naturales como el radón, los humos de tubos de escape de los vehículos, el tabaco y algunos de los componentes de los alimentos. Pero lo cierto es que muchas de estas causas se pueden evitar, especialmente en lo que concierne a la alimentación.
El envejecimiento es el mecanismo natural de aproximación a la muerte y es uno de los fenómenos que más controversia ha producido entre investigadores y filósofos.
Daño oxidativo y envejecimiento
¿Por qué envejecemos y morimos? ¿Cuál es el secreto de la
inmortalidad? ¿Qué razones tiene la naturaleza para que en la
evolución de todas las especies se haya mantenido este
fenómeno?
Muchas teorías filosóficas y científicas han evolucionado para responder a estas preguntas pero hoy podemos asegurar con bastante certeza que los organismos envejecen por dos grandes causas que actúan a la vez: causas que provocan una alteración progresiva en los organismos (por ejemplo los radicales libres), y causas genéticas que establecerían una muerte programada de los individuos. Las teorías genéticas han sido desarrolladas a partir de estudios en cultivos celulares primarios, acerca de la senescencia "in vitro" de fibroblastos (células muy comunes de los tejidos conectivos).
Un mecanismo genético responsable del envejecimiento podría ser la activación de un gen (como los genes supresores de tumores) tras un número de divisiones de las células, que impediría la entrada en otro ciclo de división celular, o un fallo en la destrucción de los productos de estos genes por parte de la célula. Así, recientemente, se ha visto que las células endoteliales que envejecen en cultivo presentan un alto contenido en interleukina-1 & (un inhibidor del crecimiento celular) y que cuando experimentalmente se reduce su presencia en células, éstas aumentan en número de divisiones en un 233%. Este hecho es de gran transcendencia pues demuestra que la simple acción del producto de un gen es capaz de alargar en gran medida la proliferación celular, a pesar de las alteraciones sufridas por las células con la edad (radicales libres, glicosilaciones, etc.), aunque finalmente las células también llegan a morir. Además se ha observado que células secescentes presentan una expresión reducida de genes estimuladores de la multiplicación celular (genes c-fos y cdc2).
Otra causa del envejecimiento es, con bastante seguridad, la acumulación de alteraciones en las células con el tiempo, que provoca una pérdida progresiva de sus capacidades funcionales. Por ejemplo en el hombre, el ADN de cada célula sufre cada día unas diez mil modificaciones producidas por los radicales libres.
A pesar de que las células poseen eficaces mecanismos de reparación, una pequeña fracción de esas modificaciones queda normalmente sin poder ser reparada, provocando con la edad, una acumulación de esas alteraciones.
Gran parte de las alteraciones producidas por los radicales libres corresponden a enfermedades relacionadas con el envejecimiento y, como hemos visto, el origen de los radicales libres tiene lugar principalmente en las mitocondrias, como consecuencia del metabolismo normal celular. Según esto, existen dos fenómenos que explicarían el envejecimiento como la pérdida progresiva en la capacidad de producción de la energía celular: por un lado, la tasa de metabolismo en el organismo se reduce claramente con la edad probablemente debido a la acumulación de daño en ADN, proteínas y membranas de la mitocondria, responsables de la producción energética, y el otro el que la vida media de las especies animales es inversamente proporcional a la tasa metabólica basal de las mismas.
La acumulación del daño producido por los radicales libres también tiene lugar, no obstante, fuera de las mitocondrias, por ejemplo en numerosas proteínas. Así el porcentaje de proteínas alteradas (no funcionales) por radicales libres en las células es de un 10% en individuos jóvenes, mientras que en ancianos alcanza, asombrosamente, un 50%, la mitad de ellas. Es fácil imaginar lo que se puede suponer de una célula que posea la mitad de sus enzimas averiadas, transportadoras de nutrientes, receptoras hormonales...
Para todo esto, existe un fenómeno muy interesante que relaciona la restricción alimentaria, carcinogénesis y el envejecimiento: las restricciones calórica y/o proteica moderadas (reducciones en el consumo de calorías y/o proteínas que no provocan malnutrición ni trastornos en el desarrollo) alargan significativamente la vida de los organismos sometidos y reducen drásticamente la aparición de cánceres, incluso bajo situaciones de estrés oxidativo en experimentos con irradiación crónica.
Una característica importante es que existe una disminución en la acumulación de residuos oxidados, que no es debido a una reducción en la tasa de metabolismo ya que el consumo de oxígeno se ve incrementado, sino a un alto incremento en las defensas antioxidantes.
En las restricciones calórica y proteica también se reduce el crecimiento de los animales, que se hacen más esbeltos y con menor riesgo de muerte prematura y cáncer, y existe una alteración en la capacidad de reproducción, con un retraso en la pubertad de los animales (estos dos fenómenos podrían ser debidos a cambios hormonales). Además, en las
dos restricciones, calórica y proteica, existe un aumento de la inmunidad mediada por células (leucocitos) y una ligera o nula reducción de la inmunidad humoral.
En vista a la aplicación humana de estos experimentos, la restricción proteica tiene ventajas sobre la calórica.
En primer lugar, en la restricción calórica la reducción necesaria es del 25-40%, imposible de aplicar en el hombre de por vida. Con la restricción proteica se consiguen los mismos efectos que con la calórica, aunque los animales consumen más calorías y alcanzan menos peso que los animales alimentados con dietas ricas en proteínas, pero poseen menos colesterol en el plasma, un sistema inmune más eficaz, menor número de tumores y mayor longevidad. Además se debería reducir al mínimo el consumo de legumbres secas, frutos secos, quesos duros... aunque el problema es el cálculo de ese mínimo, cuestión reservada a los expertos en nutrición.
La investigación en este campo, por lo tanto, tiene que avanzar aún más, en especial en la averiguación de la razón exacta de los beneficiosos efectos de las dietas bajas en proteínas (no carentes), así como en el progreso de la dieta humana. Todavía tendremos que esperar unos años a que las causas genéticas del envejecimiento queden perfectamente determinadas, y seamos capaces de controlar nuestra propia "autodestrucción‖. Por ahora limitaremos a combatir las causas que provocan las alteraciones progresivas de las células de una forma dietética, incrementando el consumo de los promotores de radicales libres.
Desde hace 2.000 años, GANODERMA LUCIDUM es utilizado por su poder curativo para mantener un cuerpo sano y promover la longevidad.
Antiguamente era solo tomado por reyes asiáticos ya que era un hongo muy difícil de conseguir.
Actualmente se comprobó que repara las células del cuerpo,
permitiendo un funcionamiento balanceado del organismo.
Ayuda a fortalecer los sistemas: inmunológico, digestivo, circulatorio, nervioso, respiratorio, muscular, visual y auditivo.
Alivia los estados de estrés. Regula los niveles de glucosa y presión arterial. Oxigena la sangre. Elimina los radicales libres.
Entendemos por radical libre cualquier sustancia capaz de participar en reacciones transferencia de electrones, es decir, reacciones de oxidación-reducción. Esta definición nos puede hacer pensar en productos tóxicos industriales pero sin embargo los radicales libres más comunes y peligrosos para el organismo son los iones derivados del oxígeno que son producidos de forma contínua en nuestras células: el radical superóxido (O2-), peróxido de hidrógeno (H2O2, o agua oxigenada), radical hidroxilo (.OH), etc.
Así que el oxígeno, siendo un elemento imprescindible para la vida, se puede convertir en un poderoso veneno por un simple intercambio de electrones, al oxidar (robar electrones) y a veces reducir (ceder electrones) importantes moléculas biológicas.
De esta forma se producen y acumulan alteraciones del ADN (ácido desoxirribonucleico, portador de la información genética) nuclear y mitocondrial, peroxidación de lípidos (enranciamiento de grasas) de las membranas celulares mitocondrial y plasmática, inactivación de importantes enzimas metabólicos mediante catálisis metálica, y alteración de proteínas produciendo derivados carbonilos.
Como ya hemos comentado, situaciones en las que la actividad de los radicales libres se ve incrementada, es decir, en el estrés oxidativo, pueden originar la aparición de numerosas y graves enfermedades,
RADICALES LIBRES
ENFERMEDADES PROVOCADAS POR LOS RADICALES LIBRES
algunas de las cuales comentaremos brevemente. Este es el caso de algunos tipos de cánceres, provocados por tóxicos carcinogénicos (como los ésteres forbólicos, hidracinas, quinonas, etc.) o las raciaciones ionizantes, que pueden tener su origen en la actividad de los radicales libres que originan, provocando alteraciones en el ADN, como transformaciones de las bases, rotura de cromosomas y aumento en el número de copias de genes, también modificando (oxidando) diversas prostaglandinas (íntimamente relacionadas con la multiplicación celular) o alterando las membranas celulares (peroxidación de lípidos) y por lo tanto, la comunicación entre células.
La arteriosclerosis es la primera causa de muerte en los humanos. Consiste en el endurecimiento y obstrucción de vasos sanguíneos debido al depósito de grasas (LDL, lipoproteínas de baja densidad) en la pared de los mismos y acumulación de células defensivas. Los radicales libres actúan de muy diferente maneras:,lípidos de la sangre como el colesterol, en forma oxidada (lo que es muy frecuente en dietas ricas en grasas), pueden iniciar el ataque a células endoteriales de las arterias; el daño se incrementa debido a los radicales liberados por las células defensivas acumuladas, y porque las LDL de la sangre son rápidamente oxidadas por las células de la lesión (ateroma), y absorbidas rápidamente por macrófagos (células defensivas de los tejidos), que se convierten en células ―espumosas‖; algunos de éstos peróxidos de LDL también consiguen atraer más leucocitos de la sangre (monocitos), incrementando el tamaño de la lesión.
El cerebro posee un elevadísimo contenido en grasas y un alto metabolismo, ya que utiliza el 20% del oxígeno consumido. Así, peroxidación de lípidos y alteraciones en la fosforilación oxidativa están, probablemente, entre las causas de la demencia senil y enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson, Alzheimer o la esclerosis lateral amiotrófica, mediante un proceso denominado de excitotoxicidad.
Este consiste en la muerte de las neuronas provocada por la activación de receptores en sus membranas mediante aminoácidos excitadores (glutamato), cuando el potencial eléctrico de la membrana celular está fuera de control debido a la falta de energía necesaria (ATP), suministrada por las mitocondrias. Y como hemos visto, los radicales libres son unos de los responsables del descenso de actividad de éstas y del daño en ADN. La enfermedad de Parkinson es muy común y asociada con alteraciones en los movimientos y falta de neuronas dopaminérgicas en la sustancia negra del cerebro. Es debida,
probablemente a deficiencias en el primero de los cinco complejos enzimáticos de las mitocondrias, encargados de la producción de la energía celular mediante fosforilación oxidativa. Los enfermos contienen, además, numerosas alteraciones en el ADN mitocondrial de las neuronas.
La enfermedad de Alzheimer es también muy común y está asociada con demencia progresiva y atrofia de la corteza cerebral, también de causa heterogénea, pero relacionada con alteraciones en el complejo enzimático IV de mitocondrias cerebrales. Se ha propuesto, además, como causa de esta enfermedad, la inactivación progresiva de un enzima (mediante oxidación catalizada por metales), glutamina sintetasa, en los lóbulos frontales del cerebro, enzima encargada del control del amoniaco intracelular y del pH.
La esclerosis lateral amiotrófica es una enfermedad debida a la degeneración de las neuronas motoras de la corteza y médula espinal, lo que conduce a una parálisis progresiva y, tarde o temprano, la muerte (se hizo recientemente popular por ser la afección del famoso físico y escritor Stephen Hawking).
Este año se ha descubierto que la enfermedad está relacionada con un defecto en el gen SOD1, que codifica el encima antioxidante superóxido dismutasa, por lo que el consecuente aumento en la concentración de radical superóxido provocaría la muerte neuronal.
En las enfermedades inflamatorias se ha observado también la importancia de los radicales libres. Cuando las células defensivas como los neutrófilos se concentran y activan en focos infecciosos, artríticos, etc., contribuyen también al fenómeno inflamatorio mediante la eliminación masiva de radicales y daño tisulas, como es el caso de la glomerulonefritis y de la artritis reumatoidea, donde los enfermos tienen niveles de proteinas oxidadas en los glomérulos renales y el líquido sinovial. Los radicales tomados con los alimentos, los producidos por bacterias y células desprendidas de las mucosas, y los oxidantes de la saliva y humo de tabaco, pueden alcanzar elevadas concentraciones en la luz del tubo digestivo, llegando a dañar la mucosa gastrointestinal y produciendo procesos inflamatorios, úlceras e incluso cáncer de colon, a pesar de que el moco del tracto gastrointestinal (y traqueobronquial) posee propiedades antioxidantes.
Las cataratas seniles son otro fenómeno asociado con el daño oxidativo e inducido por la luz. El cristalino contiene altas concentraciones de peróxido de hidrógeno y se le considera responsable del alto contenido de proteínas modificadas en las cataratas.
En experimentos con cristalinos "in vitro" se han producido las mismas lesiones físicas que en el hombre, mediante oxidaciones catalizadas por metales. Los radicales libres son probablemente, los últimos responsables en la producción y/o complicación de numerosos
procesos patológicos, todavía son muchos los interrogantes acerca de sus mecanismos de acción y más aún sobre los modos de prevención y terapia.
A pesar de ello, sabemos que algunos cambios dietéticos y de hábitos pueden ayudar a luchar contra un gran número de los desagradables efectos de los radicales libres, a la espera del descubrimiento de efectivos tratamientos para algunas de las enfermedades denominadas incurables, así como para el envejecimiento.
Hasta que ese momento llegue, creemos que las terapias naturales y los modos de vida relacionados, tienen mucho que decir al respecto.
aunque
D ON D E A CT ÚA GA N OD E RM A L UCI D U M
Sistema inmunológico. Sistema circulatorio. Sistema nervioso.
Anti bacterial. Anti inflamatorio. Anti alérgico. Anti oxidante. Anti tumor. Anti viral. Regulador de la presión arterial. Cardio-vascular. Reductor de colesterol. Moderador del azúcar en la sangre. Potenciador inmunológico. Tónico para los riñones y el hígado. Tónico para los nervios. Vías respiratorias. Reductor del estrés
b-Glucans (antitumor, inmuno-estimulantes). Hetero-b-glucans. Acidos ganodéricos- triterpenes (agentes anti alergénicos). Reductores del colesterol y presión sanguínea). Ling Zhi-8 – proteína (inmunomodulador, anti alérgico).
EFECTOS
CONSTITUYENTES ACTIVOS
PRINCIPIOS ACTIVOS
Abundantes polisacáridos (45%): beta-D-glucana, arabinogalactanas; ganoderanas A, B y C.
Triterpenos: ácidos ganodéricos A, B, C, D, F, H, K, M, R, S e Y; ganodermadiol, derivados del ácido lanostaoico.
Esteroides: ganodosterona. Acidos grasos insaturados: oleico. Trazas de alcaloides. Prótidos: Ling Zhi-8; glicoproteínas (lectinas). Minerales: germanio, calcio.
Los polisacáridos de alto peso molecular presentan una acción inmunoestimulante, anti tumoral (potencia la producción de citocinas por los macrófagos y linfocitos T y aumenta los niveles de interleucina IL-1beta, IL-2 e IL-6, factor de necrosis tumoral alfa y la liberación de interferón gamma), anti viral (especialmente de forma preventiva), anti nociceptiva e hipoglucemiante.
Los triterpenos son responsables de su acción anti inflamatoria, hipolipemiante (reduce los niveles de colesterol y triglicéridos), antihipertensiva y hepatoprotectora (acción reforzada por la ganodosterona). Se ha comprobado que el GANODERMA LUCIDUM produce un efecto antifibrótico sobre el hígado (rebaja el contenido de colágeno hepático, normaliza la estructura hepática alterada y reduce los niveles de aspartato transaminasa (AST), alanina transaminasa (ALT), GOT, lactodeshidrogenasa (LDH), fosfatasas alcalinas y bilirrubina total). Anti histamínico, por la acción de los ácidos ganodéricos y oleico. Además se ha descrito un efecto anti agregante plaquetario y relajante muscular.
ACCIÓN FARMACOLÓGICA
INDICACIONES
Hepatitis aguda y crónica, cirrosis hepática. Coadyuvante en la prevención y tratamiento de procesos
oncológicos.
Hipertensión arterial, hiperlipidemias, arteriosclerosis, prevención de tromboembolismos.
Coadyuvante en el tratamiento de diabetes.
Tratamiento de fondo de procesos alérgicos.

Inflamaciones osteoarticulares, mialgias, contracturas musculares. También se ha comprobado experimentalmente su efectividad como coadyuvante en el tratamiento de las inmunodeficiencias inducidas por abuso de opiáceos.

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