El cloro es un eficaz desinfectante del agua, pero en exceso puede ser nocivo para la salud y causar asma y daños en los pulmones, según la Sociedad Nacional de Neumología y Cirugía Torácica. Los efectos son peores en menores de 3 años cuyos pulmones están en plena fase de desarrollo y son más vulnerables a un elemento irritante como el cloro.
Un estudio de la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica), vincula su uso en piscinas con la aparición de enfermedades pulmonares en bebés y niños con predisposición genética a padecer alergias. Fuente: Muy Interesante.
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