sábado, 15 de diciembre de 2012

HOMOSEXUALIDAD


ARTÍCULO DEL DR. JOSÉ LUIS PALMA GÁMIZ SOBRE LA HOMOSEXUALIDAD
PUBLICADO EN SU BLOG DE INTERECONOMÍA
DICIEMBRE 2012



> Homosexualidad y epigenética
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> Ya sé de antemano a lo que me expongo escribiendo este post. Algunos colectivos intransingentes de gays y lesbianas arremeterán contra este modesto escrito que sólo quiere dejar constancia de un hecho basado en observaciones científicas contrastadas y que trata sobre la trascendencia que la epigenética puede tener en la tendencia hacia la homosexualidad, tanto en varones como en mujeres.
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> Dicho en pocas palabras, la epigenética es una parte de la genética que con la ayuda de unos “dispositivos proteicos” llamados “epimarcas” facilitaría la expresión genética. Dicho de otro modo, los genes contienen la información codificada pero las epimarcas determinarían el modo en cómo esa información debe de manifestarse y transmitirse. Sería algo así como la llave sin la cual no podría abrirse la puerta.
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> Pero al contrario de lo que ocurre con la herencia genética, cuya transmisión de padres a hijos es una constante, con las epimarcas no se produce tal proceso, de forma que la transmisión tienden a borrar las epimarcas desde una generación a la subsiguiente. Dicho de otro, las epimarcas aparecerían como elementos nuevos e independientes para cada nuevo individuo que nace. Recientes estudios señalan que, bajo determinadas circunstancias, las epimarcas podrían transmitirse sin modificar de una a otra generación. Al parecer existen epimarcas sexuales que de no ser eliminadas en el proceso de transmisión genética podrían pasar desde el padre a las hijas y desde la madre a los hijos; un hecho realmente sorprendente aunque al día de hoy todavía un poco confuso.
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> Aplicando el modelo de Darwin para explicar el proceso evolutivo de la perpetuación de la especie, la homosexualidad sería un fenómeno carente de sentido, y sin embargo, las tendencias homosexuales son hechos comunes que afectan a ambos sexos, no sólo en la especie humana sino en muchas de las especies animales estudiadas. Su existencia exige una explicación científica del mismo modo que las leyes mendelianas han aclarado numerosos conflictos de transmisión genética, tanto en el reino animal como en el vegetal.
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> Un reciente estudio llevado a cabo por el Grupo de Trabajo para el Conflicto Intragenómico y la Síntesis Biológica, utilizó un modelo matemático para poner en resonancia la expresión epigenética de un grupo de sujetos de ambos sexos, homosexuales o no, comparando la actividad hormonal androgénica y estrogénica con la expresión epigenética tratando de buscar algún nexo que explicara el comportamiento homosexual de determinados individuos.
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> La epimarcas sexuales juegan un papel clave durante el desarrollo intrauterino limitando la sobreexpresión de la testosterona para evitar la masculinización de un feto hembra y viceversa. Las epimarcas, por tanto no solo determinan el desarrollo genital sino la identidad sexual y las tendencias futuras.
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> Cuando por alguna razón, no del todo bien conocida, las epimarcas paternas no “borradas” son transmitidas a las hijas y las maternas a los hijos pueden determinar ciertos efectos “masculinizadores” en los fetos hembras y “feminizantes” en los varones, lo que se supone  podría condicionar en el futuro las tendencia sexuales específicas de cada nuevo elemento y en especial la homosexualidad parcial o total.
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> Este estudio, por tanto, podría haber resuelto, en parte, el enigma hasta ahora no desvelado, sobre las tendencias sexuales de las especies sirviéndose de un modelo matemático que analiza detalladamente la importancia que las epimarcas pueden jugar en el desarrollo fetal y en su identidad y tendencia sexual en la vida adulta.
> La transmisión epigenética de epimarcas sexualmente contrapuestas entre una generación y la siguiente, explicaría de modo científicamente satisfactorio el fenómeno, hasta ahora inexplicable, de la homosexualidad.
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> Algunos estudios neurobiológicos llevados a cabo en el pasado trataron de buscar, sin éxito, diferencias neuroanatómicas y neurofisiológicas entre individuos hetero y homosexuales. Quizá estos recientes hallazgos derivados del comportamiento epigenético podrían tener la clave que explicara las diferencias.
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> De todas formas el fenómeno es muy complejo y estos últimos datos tampoco deberían ser considerados como un dogma de fé. Otros estudios han sugerido que fenómenos culturales y ambientales, incluido el propio claustro materno, podrían determinar la tendencia.
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> En un estudio sueco de 2008 llevado a cabo con casi 4000 parejas de gemelos utilizando un modelo de correlación matemática, reveló que el 5% de los varones y el 8% de las mujeres habrían tenido al menos una relación homosexual en sus vidas, lo que permitió deducir que la genética o la epigenética tan sólo sería hábil para explicar la homosexualidad en el 36% de los varones y en el 18% de las mujeres.
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> Es, por tanto, la homosexualidad un fenómeno natural como vemos, no sólo complejo en su origen, sino de difícil interpretación si nos atenemos a los conceptos darwinianos sobre la perpetuación de las especies. Un enigma apasionante.

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